Vanesa Capó no solo es socia de IPIVAL, es una de las almas del proyecto. Su compromiso nace de la empatía profunda con cada persona que busca una vivienda adaptada, digna y pensada para el futuro. Con una discapacidad motora, Vanesa sabe en primera persona lo que significa enfrentarse a barreras arquitectónicas cotidianas, por eso su visión es imprescindible para diseñar espacios realmente accesibles, no solo en papel, sino en la vida real.

Se implica al 100% en todo lo que hace, especialmente cuando cree en ello como en este proyecto. Su capacidad de ponerse en la piel del otro no es solo un rasgo personal, sino una fuerza transformadora dentro del equipo. Cree firmemente que un hogar debe ser un espacio de libertad, no de límites.

Vanesa es esa voz que traduce las necesidades en soluciones, para que la accesibilidad deje de ser un objetivo y se convierta en una realidad.